Soneto a Nuestra Señora de Los Remedios
Virgen de Los Remedios celestiales,
la devoción sagrada de una villa,
donde tu iglesia primorosa brilla
frente a un campo de olivos e higuerales.
El cautivado argel de nuestros males
redimes y libertas… Maravilla
al pueblo que te invoca de rodilla
tu rostro con sus gracias humanales.
Sálvennos tus recursos, Bienhechora,
oh generosidad llena de encantos:
Dios por ti nos proteja cada hora.
El fervor de tus hijos pleitesía
te rinde en tan excelsa nombradía:
¡Madre de todos los Remedios santos!
Felipe Cortines Murube